Las Bondades de Dios

Salmo 31: 19-21

19. Cuan grande es tu bondad, que atesoras para los que te temen, y que a la vista de la gente derramas sobre los que en ti se refugian.

20. Al amparo de tu presencia los proteges de las intrigas humanas; en tu morada los resguardas de las lenguas contenciosas.

21. Bendito sea el Señor, pues mostró su gran amor por mi cuando me hallaba en una ciudad sitiada.

Bondad: Compasión, Misericordia, Piedad

Dios nos ama no por nuestras obras o porque seamos buenas personas si no por su infinita misericordia y porque su amor hacia nosotros es grande.

Cuando aceptamos a Dios como nuestro único y verdadero salvador, no significa que ya todos nuestros problemas se han solucionado o que en tu vida ya no habrán situaciones difíciles, claro que no, si no que ahora que tienes a Dios en tu vida, cuando vengan dificultades tienes un Dios grande y fuerte en quien refugiarte y el es tu esperanza pues sus misericordias son nuevas cada día.

Testimonio:

En lo personal te puedo compartir que eh vivido situaciones difíciles como muerte, enfermedades graves, y te digo con toda sinceridad si no hubiera tenido a Dios en mi corazón no se como hubiera seguido adelante después de perder a mi única hermana y a mi madre prácticamente en la misma semana, fue difícil y aun me duele muchísimo, y estaba llena de miedo pues creía que ellas eran las fuertes de la familia sin embargo Dios es sabio,  se las llevo a ellas y me dejo a mi la débil según mi percepción , pero saben nadie es débil si esta con Dios y yo tomada de su mano eh podido seguir adelante volver a sonreír  y en medio del dolor tener paz y contentamiento y eso te digo solo Dios te lo puede dar, no hay palabras o abrazos humanos que te lo den, únicamente la Misericordia de Dios te lo puede dar, ahora te puedo decir doy gracias a Dios por todo lo vivido, porque eso me ah echo fuerte en el Señor y me ah permitido conocer el amor y la grandeza de Dios para con los que en el confiamos y esperamos. Por eso te digo: Que Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tu estas a mi lado; tu vara de pastor me reconfortara. Sal. 23:4